Éste ha sido un curso atípico, por varios motivos. Uno de ellos, aunque no el más importante, es que antes de las vacaciones de Pascua había terminado el temario de Presentación y venta de productos, el módulo que les doy a los alumnos del Ciclo de Grado Medio de Panadería, Repostería y Confitería.
Así que tenía que pensar en qué hacía en el aula con mis alumnos, en un módulo que (no sé si debería decirlo) no es muy motivador para mí. Y, claro, lo que decidiese hacer debía motivarme, y ser también interesante para ellos.
Así que tenía que pensar en qué hacía en el aula con mis alumnos, en un módulo que (no sé si debería decirlo) no es muy motivador para mí. Y, claro, lo que decidiese hacer debía motivarme, y ser también interesante para ellos.
Llevo un par de cursos, porque alguien me los descubrió, siguiendo algunos blogs sobre nutrición, y este último curso he incorporado su uso en algunas de mis clases del grado superior. Además, algunos (o debería decir algunas) de mis ex alumnas que se han dedicado a elaborar productos de pastelería, escriben además sobre ello en sus blogs, lo que les ayuda a publicitarse.
Y una mañana se juntó todo, y pensé: ¿por qué no proponerles a los alumnos la creación de un blog que tratase sobre su sector? Cuadraba con mi programación, ya que puede utilizarse como una herramienta de marketing, y cuando terminase el curso, cada uno podría decidir qué hacer con él, desde mantenerlo y utilizarlo para lo que les interesase, hasta eliminarlo y punto. Pero mientras, aprenderían a manejar una herramienta más, y a mí me serviría para hablar de algunos temas con ellos que me interesaba tratar. Pero eso da para otra entrada.
Se lo propuse, y a la mayoría de ellos les encantó la idea. Siempre hay alguien que no quiere entrar a jugar con lo que les propones, pero cuando trabajas en esto, ésa es una premisa que hay que aceptar desde el principio. Entonces tienes que ver cómo los enganchas. Y en ello estamos.
Sólo tenía un problema sin importancia: ni yo tenía un blog, ni tampoco tenía la más mínima idea de cómo funcionaban. El siguiente paso era obvio, tenía que empezar un blog antes que los alumnos, para aprender cómo funcionaba antes de entrar en clase con ellos, sin hacer demasiado el ridículo. Esa es mi excusa para empezar.
Tuve ayuda, claro, en el trabajo y en casa, y eso determinó, entre otras cosas, la elección de la plataforma; las dos personas que me ayudaron en esto tenían su blog en Blogger, y así puedo explotarlos un poco si me atasco.
Y en cuanto a mi blog, pues no sé hacia qué va a evolucionar. Ni siquiera sé si evolucionará hacia algo, o lo utilizaré sólo para trabajar con los alumnos y luego se quedará en nada. Aún no lo tengo claro. De momento voy a jugar con él, y de paso seguro que aprendo cosas.
Lo que sí tengo claro es que sin la ayuda de Jose, mi marido, que me ayudó en casa, y la de Raúl, mi ex alumno y ex alumno de máster y espero que futuro compañero, que me permitieron ver sus blogs por dentro, y me ofrecieron ayuda desde el primer momento, esto no habría empezado. O sí, pero en peores condiciones, seguro. Les tomo la palabra, no saben lo que han hecho, los pobres.
Y ya está, así empieza esto. Veremos cómo sigue, aún sigo sin verlo claro.
Y ya está, así empieza esto. Veremos cómo sigue, aún sigo sin verlo claro.
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